Amalfi es una ciudad situada en un escenario natural sugestivo debajo de acantilados empinados en la costa suroeste de Italia.

Entre el siglo IX y el X fue el centro de una república marítima poderosa.

La catedral árabe-normanda de San Andrés, en el corazón de la ciudad, con su fachada bizantina a rayas se ha conservado hasta nuestros días.

El Museo del Arsenal de Amalfi es una antigua dársena medieval transformada en un espacio expositivo.

Positano es hoy en día una localidad turística distinguida y es la joya de la emblemática Costa Amalfitana en el sur de Italia.

Colinas empinadas con callejones peatonales y glicinas perfumadas desde donde se ven las islas Sirenas. El pueblo está lleno de tiendas elegantes donde venden cerámica con motivos de limones y sandalias artesanales de piel.

Degusta el pescado fresco y los vinos de la tierra en los numerosos restaurantes románticos de la ciudad.

Villa Rufolo es una villa situada dentro del centro histórico de Ravello que se asoma a la plaza delante de la catedral.

La disposición inicial es del siglo XII con amplias reestructuraciones en el siglo XIX.

Originariamente de propiedad de la rica y poderosa familia Rufolo, que sobresalía en el comercio ( un Landolfo Rufolo ha sido inmortalado por Boccaccio en el Decamerón).

Hacia mitades del siglo XIX fue vendida al escocés Francis Neville Reid, quien se ocupó de realizar una restauración general dando forma al aspecto actual.

Villa Cimbrone es una villa histórica en Ravello. Es al menos del siglo XI y famosa por su panorámica sugestiva, la Terraza del Infinito. Modificada y extendida profundamente al principio del siglo XX por Ernest William Beckett ( sucesivamente Lord Grimthorpe), hoy en día la villa está compuesta por muchos elementos arquitectónicos recuperados de otras zonas de Italia y más allá;  queda prácticamente poco de la estructura original.

También los jardines fueron reformados por Beckett en el mismo período. La villa ahora es un hotel, pero sus jardines están abiertos al público.

Ravello fue fundado en el siglo V como lugar de refugio contra las invasiones bárbaras que marcaron el final del imperio romano en Occidente. En 1806, por petición del conde Italo-Normando Roger Borsa, deseoso de crear un contrapeso al potente Ducado de Amalfi, Papa Víctor III elevó Ravello a sede episcopal sometido directamente a la Santa Sede, con un territorio dividido de la archidiócesis de Amalfi. Desde el principio, los obispos de Ravello provenían de todas las familias patricias de la ciudad, evidenciando el carácter municipal de la iglesia.

En el siglo XII, Ravello contaba con aproximadamente 25.000 habitantes,  y conserva numerosos palacios de la nobleza mercantil, entre ellos los Rulfo, de Aflitto, Confalone y de la Marra.